sábado, 12 de noviembre de 2011

Distinción entre epistemología fundacionalista y la epistemología naturalizada

La diferencia entre la epistemología fundacionalista y la epistemología naturalizada es que aquella pretende fundamentar a la ciencia natural; contenerla y construirla; además se presenta cómo más firme y anterior a la ciencia. Por su parte, la epistemología naturalizada se considera dentro de la ciencia natural, contenido por ella; abandonando las pretensiones de fundamentar a la ciencia. Así pues, con la epistemología fundacionalista se hace la epistemología de la ciencia natural. Por el contrario, con su naturalización, pasa a ser la ciencia natural de la epistemología[1].

Quine nos dice que la epistemología se ocupa de fundamentar la ciencia. Los estudios sobre cualquier ámbito de la ciencia se dividen en dos clases: conceptuales y doctrinales. Aquellos se ocupan del significado, y éstos, de la verdad; es decir, el lado conceptual se ocupa de conocer lo que una sentencia significa y el doctrinal de saber si es verdadera. Uno y otro parten de la claridad y distinción hacia lo que se presenta más oscuro. Así, el estudio conceptual clarifica conceptos definiéndolos en función de los más claros y distintos. Por su parte, el estudio doctrinal, parte de las leyes más obvias a las menos obvias. Ambos ideales se encuentran ligados, pues “si se definen todos los conceptos usando algún subconjunto más favorecido de ellos, se muestra por tal modo cómo traducir todos los teoremas a estos términos más favorecidos”[2]. Se supone entonces que cuanto más claros sean los términos utilizados, más verosímil será que las verdades que expresan sean obviamente verdaderas. El problema de la división de los estudios sobre la fundamentación de la ciencia, es que no proporciona “lo que el epistemólogo desearía que proporcionase: no revela el fundamento del conocimiento [...]”[3].

Pese a ello, el método no deja de resultar útil y aplicable a la epistemología del conocimiento natural. Así, si las matemáticas se reducen a lógica o a lógica y teoría de conjuntos, el conocimiento natural se basa en la experiencia sensible. Cuando explicamos la noción del cuerpo en términos sensoriales tenemos el lado conceptual; y cuando justificamos nuestras verdades de la naturaleza en términos sensoriales, tenemos el lado doctrinal[4]. Incluso Hume considero el conocimiento natural desde el lado conceptual y el lado doctrinal. Del lado conceptual, identifico los cuerpos con las impresiones sensibles.             Pero por el lado doctrinal, al tratar de justificar las verdades, los juicios sobre el futuro no incrementaron su certeza por estar construidos sobre experiencia sensibles. Quine nos dice, que del lado doctrinal no se ha llegado más lejos de lo que llego Hume, por la razón que sigue: los empiristas tienen como principios esenciales “que la evidencia, cualquiera que ésta sea, que hay para la ciencia, es evidencia sensorial”[5]  y que “toda inculcación de significados de palabras ha de descansar, en última instancia, en la evidencia sensible”[6], pero dieron por imposible el poder deducir las verdades de la naturaleza a partir de la evidencia sensorial; pues esta era insuficiente para justificar el conocimiento humano. De esta manera, se reconoció que “el proyecto de fundamentar la ciencia natural sobre la experiencia inmediata de una manera firmemente lógica carecía de toda esperanza”[7]. Dada entonces la imposibilidad de justificar el conocimiento con base en las percepciones sensibles, la epistemología fue etiquetada como inútil y los problemas de conocimiento, como inexistentes.
Sin embargo, para Quine, la tarea de la epistemología no como fundadora de la ciencia, sino como parte de la ciencia natural, con el sujeto humano físico como objeto de estudio. Con la epistemología naturalizada, es decir, como parte de la ciencia natural,  “perseguimos un entendimiento de la ciencia como una institución o progreso en el mundo, y no pretendemos que ese entendimiento vaya a ser mejor que la ciencia que es su objeto”[8]. Así, si la epistemología fundacionalista  trataba de fundamentar la ciencia por medio de la reconstrucción racional, que posibilitaba una reducción epistemológica en términos observacionales y lógico matemáticos; con la naturalización de la filosofía, se abandona la ambición de fundar una filosofía sea más firme y anterior a la experiencia del sujeto.

Bibliografía
Quine, Quine,  W. V, Naturalización de la epistemología, en La relatividad ontológica y otros ensayos, Tecnos, Madrid, 1974, p. 93-119.



[1] Quine, Quine,  W. V, Naturalización de la epistemología, en La relatividad ontológica y otros ensayos, Tecnos, Madrid, 1974,p.110
[2]Ibid, p. 94.
[3] Ibid, p.95.
[4] Vid, idem.
[5] Ibid, p. 100.
[6] Idem.
[7] Ibid, p.99.
[8] Ibid, p. 111.

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